martes, 18 de febrero de 2014



Así de rotundo fue Hércules con el ladrón Caco cuando advirtió que le estaba robando sus vacas. Lo sacó a la fuerza de su cueva, y le sacudió con su garrote hasta dejarlo en el sitio. ¡Y éso que el ladrón era hijo de un dios, Vulcano!. En nuestro país, diariamente nos están esquilmando políticos serviles y chorizos, empresarios y monopolios sinvergüenzas , banqueros mafiosos y dinastías monárquicas impuestas (estos ya no se atreven a decir que puestos por dios, aunque lo hiciera el dictador Franco). ¿Y qué hacemos al respecto?. En el mejor de los casos, manifestaciones pacíficas que el sistema tiene asumido, procesiones sindicales de unos sindicatos que ya ni están ni se les espera , (¡ qué triste final tras encabezar la lucha contra el franquismo!) y cada cuatro años votar repitiendo el mantra, como si fuera verdad que un ciudadano un voto, y creyéndonos los programas electorales que todos incumplen y que algo cambiará. Estamos metidos en un bucle del que sólo saldremos como Hércules. A garrotazos, que es lo que se merecen.

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