Dos días
después de que la Presidenta del Círculo de Empresarios Mónica de Oriol calificara
a los jóvenes sin formación como de inútiles, se ha disculpado a través de un
comunicado diciendo que se equivocó en
la manera que se expresó y que al
hablar de ellos, utilizó “una expresión muy poco afortunada,
que ha dado lugar a interpretaciones totalmente contrarias a lo que yo misma
pienso” y que “todas las personas tienen dignidad y valía”.
Resulta curioso que haya tardado dos
días en darse cuenta de que sus palabras fueran “muy poco afortunadas”, cuando
al día siguiente de sus polémicas declaraciones
se reafirmó en una emisora de radio diciendo que “no creía haber ofendido a nadie”.
Cuál es la razón, pues, que le lleva a disculparse 24 horas después de
reafirmarse, cuando desde ninguna institución nadie rebatió con la rotundidad
esperada lo que dichas palabras merecían, a pesar de la indignación expresada en
las redes sociales y en algunos medios de comunicación. ¿Tendrá algo que ver que alguno de ellos publicara en sus páginas que Mónica de Oriol es la principal
accionista de Seguriber, la empresa
encargada de la seguridad del Madrid Arena cuando en la fatídica madrugada del
1 de noviembre de 2012 murieron 5 jóvenes?
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