Parece ser que algunas
organizaciones llevan mal lo de acoger en su seno a personas que son críticas y
consecuentes con lo que piensan. Así sería, al menos, para la Federación del
Metal, Construcción y Afines de UGT de Asturias que, según El Mundo, habría expulsado a un delegado
por haber publicado en su perfil de Facebook frases como estas:
“Los mismos que nos movilizan contra los recortes
del Gobierno, en sus plantillas aplican estas reformas a rajatabla”.
“Es inadmisible mantener liberados sin empresa y
sin oficio conocido”.
"Es necesario 'acabar
con el nepotismo, el clientelismo y los estómagos agradecidos' que están dinamitando
al sindicato”.
El origen de estas
críticas se encuentra en el ERE de extinción de la empresa Duro Felguera (de
la que este delegado era miembro del comité) y la actuación que habrían tenido sus
compañeros del comité y la citada Federación de UGT, que según él se prestaron “a pactar todos los recortes a cambio
de dinero, sin luchar por mantener los puestos de trabajo”. Algo a lo que él se
opuso abiertamente en su día, señalando ahora que estas situaciones las “fomentan las empresas
y el propio sindicato”, éstos por resolver situaciones personales, aunque perjudiquen al resto de trabajadores, lo que para él es uno de los
principales problemas de los sindicatos.
El largo calvario que
ha soportado este delegado (incluido, soborno) les invitamos a leerlo íntegramente
en El Mundo. No se lo pierdan, porque su caso no es un caso
aislado. Y esto, lamentablemente, pueden asegurarlo muchos de los trabajadores de este país que se
han visto afectados por la plaga de ERES y que han tenido la “suerte” de tener
a su lado a comités de empresa, que no solo no se han conformado con pensar en su
propia supervivencia (y la de su familia), sino que se han prestado a prácticas
que les han llevado a ir en contra de los mismos trabajadores, a los que “supuestamente”
defendían.
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