LOS CARNAVALES PIERDEN SU ESENCIA MEDIEVAL Y LA IGLESIA CATÓLICA LA RECUPERA

Aunque las raíces de las fiestas de carnaval son muy antiguas, es en la Edad Media cuando adquieren su verdadera relevancia, especialmente en Italia. Frente a las fiestas oficiales que organizaban tanto la Iglesia como el Estado feudal que servían para consagrar el orden social, los carnavales eran patrimonio del pueblo y la risa la protagonista. Una risa alegre, pero también burlona y sarcástica, de la que no se libraba nadie, ni siquiera el mismo pueblo, que sabía reírse de sí mismo.

Varios siglos después, en España los carnavales se recuperaron tras estar prohibidos durante la dictadura franquista, pero, con los años, cada vez tienen más de fiesta oficial y cada vez menos de esa risa universal, de la que nadie escapaba. Algo que en los últimos tiempos va en aumento.

Este año, en los carnavales de Jumilla (Murcia), el concejal de festejos (por cierto, del PP) se disfrazó de Virgen de paso de Semana Santa y el párroco de dicha localidad ha pedido su dimisión, porque considera el hecho de "una irreverencia y falta de respeto a la Iglesia".

El concejal de festejos de Jumilla disfrazado

Y se acabó el carnaval y comienza la Cuaresma. En Zaragoza coincide con la fiesta de la “Cincomarzada”, donde es tradición ir a comer a un parque de la ciudad. Preocupado por ello, el vicario general del Arzobispado de Zaragoza ha hecho una excepción y ha publicado la denominada “dispensa del ayuno y de la abstinencia de carnes” para que los creyentes zaragozanos puedan comer carne hoy Miércoles de Ceniza y cumplir con Cuaresma sin problemas.